La Mística Invicta
INICIO/

Voces de Sicilia


Ntramati: Bitacora siciliana

 

Se cumple un siglo desde que una de tantas familas decida migrar del sur de Italia a la Argentina.

Calandra Checco, conocidos como “Ntramati”, vecinos de la Chiesa di San Antonio da Padova.

La figura de Giacomo serà colocada en el centro pues representa el dolor de la guerra, la opresiòn y el intento de construir una nueva vida en otro continente.

Se ponen en marcha diferentes lìneas de fuga y senderos que se intersectan de muchas migraciones anteriores – la cultura frigia que llega con los troyanos sobrevivientes camino a Italia y se amalgama a la siciliana es uno de los casos-y tambièn migraciones posteriores.

El resultado: un entramado de  pueblos que configuraràn la actual idiosincrasia.

EN SERIO, POR QUE SE VA GIACOMO DE ACA?

 

– Mira esto, dijo primo apoyando la mano izquierda sobre el omòplato derecho – acordate que con èsto sì podemos hacerlo -, tenìa un diente roto y era imposible no reparar en ese agujero de la boca, a travès de miradas huidizas, porque èl lo sabìa y, cuando se percataba de aquellla insolente observaciòn, comenzaba a seguir la trayectoria de los ojos de su interlocutor, hasta lograr que èstos desvìen su curiosidad hacia otra parte.

Desde que llegamos a Capizzi, no parè de hablar del cortometraje sobre el  nono Giacomo que estaba dispuesto a realizar aunque màs no fuese, solventàndolo de mi bolsillo. Me habìa cruzado al Sìndaco del paese, bebiendo un whisky en el bar Roma y algo le sugerì a ver si le podìa manguear hospedaje y dos horas del coro municipal.

 

Los padres de Turi Giuliano estaban reunidos con el profesor Hector Adonis. Pisciotta, primo y mejor amigo de Turi, lo condujo a la cocina donde un despliegue de pan, embutidos y cafè aguardaban al pequeno catedràtico para dar cuenta del desayuno.

Turi, mal herido sufrìa su convalescencia en el convento Franciscano, al mando de Manfredi.

No habìa consuelo para la madre del joven:

  • Por què no habrà dejado que se quedaran con el queso? Aludìa al incidente en el cuàl dos

carabinieri habìan intentado apropiarse de unas hormas de cacciocavallo que èl y Pisciotta portaban de contrabando sobre un asno y que habìa terminado en un tiroteo con un esbirro muerto de un balazo en el ojo.

  • Y què querìas que hiciera? Replicò con aspereza el padre – que delatara el nombre de aquel pobre campesino que traficaba con quesos? Hubiera deshonrado para siempre el apellido de nuestra familia. VALE TANTO UN SILENCIO COMO MIL PALABRAS?

 

Frente al Comune di Capizzi se erige un monolito en honor a los caìdos en la Primera Guerra Mundial. En un màrmol negro se inscriben por orden alfabètico.

Contè al menos tres Calandra Checco. Paolo? Domenico? Dos serìan tìos-bisabuelos, hermanos de Giacomo, ùnico sobreviviente.

Una toma de algunos segundos podrìa detenerse en los nombres. Hacer un plano corto con la plaza tambièn. Sin olvidar que de frente està la iglesia.

Mi primo enjuagaba dos vasos del otro lado del mostrador, asentìa convencido.

La idea es empezar con Giacomo en Buenos Aires. Tal vez los instantes previos a terminar su jornada laboral en la fàbrica. La sirena. La salida.

Sì o sì la secuencia siguiente es èl fumando su pipa y contemplando absorto los dibujos de las nubes.

Està parado en la puerta de su casa en Juan Agustìn Garcìa. Trata de descifrar aquèl mensaje celestial. Viste un pantalon con tiradores de manera coqueta.

Es un dìa caluroso, hùmedo y sobre todo molesto para antiguas suturas en el cuero. Giacomo se acaricia la cicatriz, apenas roza con sus dedos ese camino de 15 cms.

Una esquirla de granada se le habìa incrustado bajo las costillas, segundos despuès de la explosiòn.

 

En la Primera Guerra tambièn pelearon sicilianos, aunque seguramente poco tenìan que ver con alguien de Torino o del Venetto. Garibaldi habìa anexionado el Reino de las dos Sicilias al Reino de Italia en 1860.

Una tierra de campesinos, la isla, de senores feudales y terratenientes anacrònicos que resultaba mezquina para con su gente. Luego ocurrirà la crisis, la lira perderà valor y se acrecentarà la pobreza. Una eterna lecciòn de desesperanza.

Durante el fascismo, Mussolini estableciò un racionamiento de las cosechas que las familias debìan entregar por fuerza a los almacenes estatales a un precio fijo que no alcanzarìa para vivir. Todo lo que se podìa, se ocultaba al gobierno y se traficaba en el mercado negro, con implìcito riesgo de una temporada en la càrcel. Mussolini tambièn tratò de exterminar la mafia: pena de muerte, confinamiento en islas, barrios enteros detenidos y juzgados sin pruebas.

 

Giacomo viaja desde Napoli y llega a Buenos Aires el 13 de noviembre de 1922, dejando atrà los siniestros sucesos bèlicos y evitando la època del Duce.

  • Deberìas meter algùn fragmento de guerra, aconseja primo y le saca brillo a un vasito- como para situar al espectador.

Material registrado, algo en la red, un par de tiros.

Podrìa ser un comic, un dibujo.

Mientras, Damiàn tatùa un San Giacomo grande en el corazòn del hijo de Piro, vecino de los conocidos que renta departamentitos.

Los amigos del muchacho observan, opinan, bromean.

Los amigos de los amigos.

 

Dice Mario Puzo y le creo que “mafia” en àrabe significa “lugar de refugio” y que la palabra comienza a circular por la lengua siciliana desde el siglo X cuando mandaban los musulmanes.

Sicilia fue oprimida por los romanos, el Vaticano, los normandos, los alemanes, los espanoles, los ingleses y los franceses. Su legado fue una colecciòn de sustantivos abstractos tristes: explotaciòn, esclavitud, violaciòn, asesinato. Pobres, jòvenes, ricos, viejos, caudillos. La Inquisiciòn robarà todas sus riquezas tildàndolos de herejes. Què esperaban que sucederìa si desde el poder hegemònico siempre se los ultrajò? La apariciòn de una sociedad secreta de vengadores de agravios. La Mafia.

Aquèl noble normando abusa de la mujer de un labriego y los tribunales de justicia reales se niegan a condenarlo: un grupo de campesinos lo hace boleta: el acero le perforò el noble cuerpo igual que a cualquier otro.

El jefe de policìa tortura con la cassetta a un joven ladronzuelo: a la noche tendrà que dar cuenta a algunos vecinos porque lo van a buscar a la casa: lo matan a golpes en la puerta.

Campesino, pobres, amigos, familias fueron organizando una sociedad paralela y secreta a ojos estatales.

El mayor delito que pudiera cometer un siciliano era el de facilitar informaciòn a las autoridades acerca de las actuaciones de la Mafia. Todo el mundo guardaba silencio. Y ese silencio es lo que se llama la omertà.

Acà y allà siempre serà igual.

Llega un barco al puerto, Gente se apresta para abordar con crìos y maletas. Una jaula de cotorritas.

-Somos todos migrantes – dice primo y yo pienso en la llegada de aquel muchacho, refinado en el tamiz de los modales aristocràticos que su madre copiaba con devociòn de la familia noble calabresa en cuya casa prestaba servicios.

Giacomo tambiàn tenìa muy buena voz. Lo contrataban los enamoradizos para cantar serenatas a las jòvenes del barrio. Cantaba en eventos religiosos y fiestas populares.

Sin duda San Giacomo es la fiesta principal. Del 22 al 26 de julio explota el paese. Los festejos comienzan unos dìas antes con ceremonias varias, desfile de comparsas  y fuegos de artificio.

Y sin duda, el momento cùlmine es cuando el pueblo porta, sobre la espalda, el fercolo o ferculum  del santo, especie de pabellòn con columnas, apoyado sobre dos vigas que descansan su peso en el hombro devoto, y es paseado por las callecitas que suben y bajan aquella comarca de montaña. Al final del recorrido aguarda un muro especialmente construido para ser derribado con estas vigas terminadas en puntas de bronce que funcionan como un ariete de guerra.

La repeticiòn de esta costumbre anual produce en los fieles el famoso callo de San Giacomo.

 

Cayò Troya. Exodo de los sobrevivientes teucros. La matanza y los lamentos de las mujeres. Las còncavas naves listas. Los dioses tutelan desde arriba.

De una guerra, tambièn, fugitivo, Eneas parte. Lleva a su padre en hombros. Abandona la ciudad con su familia y el resto de su gente malherida (el viejo muere un par de capìtulos màs adelante).

Curiosamente hacen escala en el Infierno antes de llegar al Lazio y convertirse en el rey de pueblo romano como lo habìa predicho Venus.

 

Michael y los hermanos Clemenza tienen en claro el mensaje del Padrino: hay que llevarse de Sicilia a Giuliano, el hèroe que carga sobre sus espaldas el peso del heroìsmo romàntico de querer torcer la historia.

Primero a la noviecita embarazada, luego al joven. Con una lancha, estacionada junto a la fortaleza, deben cruzar al Africa, a un puerto en Tunez.

Los otros caminos estàn bloqueados por carabineros o las lupara de Don Croce.

Entre la bruma fresca, debe abrirse paso Turi Giuliano. Aire salado, olor a pescado podrido.

 

Giacomo se acaricia el hombro, el sitio donde a muchos se le endurece. El callo de San Giacomo que se forma y debe desaparecer al otro dìa como uno de los milagros posteriores del santo. Le da fuego a la pipa, una seca, larga el humo.

La niebla matinal no permite aùn ver los barcos pero un tremendo bocinazo recuerda la pronta partida.

 

En su èxodo, Eneas y los sobrevivientes de la guerra de Troya, se detienen en varios lugares, muchas veces por caprichos de los dioses.

Habrà una tràgica historia de amor cuando pasen por Cartago.

En Sicilia realizan juegos deportivos en honor a la memoria de Anquises su padre. Juno trata de confundir a sus hombres para que abandonen la misiòn y permanezcan en la isla. Enloquece a las mujeres, al punto de quemar sus propias embarcaciones. Jupiter impide el desastre total.

Finalmente parten en cuatro naves. No caben todos, Algunos se quedan.

Existe otra versiòn acerca de un tal Patròn que decide junto a un grupo de gente desviar algunas naves de la flota de Eneas y establecerse en principio en las costas de Messina.

 

El vapor anuncia la salida. Gritos y  despedidas ambientan la escena. Una mirada focaliza el horizonte azul plomo desde donde todo puede pasar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 



Compartir en:   

Facebook   Twitter   Mail   Whatsapp